La semana pasada estuvimos en Barcelona ( preciosa ciudad) por trabajo, recogiendo unos cuadros de la Galería Mar.
Una de las noches, paseando por casualidad y buscando un sitio para cenar, nos encontramos con este restaurante italiano.
Muchas veces vamos a sitios recomendados y otras nos dejamos llevar por lo que vemos.
Una referencia que nos ayuda a elegir bien es que haya gente, porque si es así o es barato, o es bueno o las dos cosas.
Nosotros de este sitio no habíamos escuchado nada, pero había gente, teníamos hambre y entramos.
No es nada del otro mundo en cuanto a decoración, incluso más bien y para mi gusto, demasiadas mesas y muy juntas, pero la comida es tan buena y es todo tan italiano y peculiar, que hace que el sitio sea muy especial.
El dueño, Nicola Marino, es italiano y lleva 21 años aquí y en este restaurante justo desde el 26 de febrero de 1993
Este hombre habla catalán, español, inglés y portugués y es el alma del sitio. Habla con todos los clientes, recomienda platos, está pendiente de que no te falte de nada y está promocionando constantemente. Yo que me dedico al mundillo y me fijo mucho en el funcionamiento del sitio y en los camareros, comida y demás, me di cuenta de que el éxito de este sitio, además de la comida, es su dueño.
Nosotros nos pedimos una pizza y un plato de pasta y las dos cosas nos encantaron, y dos postres riquísimos, uno de ellos un tiramisú de Nutella que te mueres. Sospecho que habrá pocas cosas en la carta que no merezca la pena probar.
Os recomiendo este sitio si os pilla por allí, y de precio normal, ni caro ni barato.
Feliz domingo!!.
